La esencia.
¿Entonces, esa realidad permite comprender la existencia de varias
religiones, que no son, sino, maneras particulares de aproximaciones a la misma
verdad?
Sí.
¿Luego, unas religiones serán más acertadas que otras de acuerdo con su
sensibilidad en la aproximación al mismo misterio, es decir, “Dios”?
Definitivamente.
Ahora bien: ¿Sí “Dios” es sentido de búsqueda, y búsqueda es más que
todo sentido de pregunta, sobre todo existencial, significa que “preguntar” es
buen síntoma, y, en cierta manera es estar en Dios?
Definitivamente. Además, es
una experiencia humana muy enriquecedora que en nada
perjudica al ser humano. Todo lo contrario.
¿Eso quiere decir que “Dios” no es propiedad de nadie ni de ningún
grupo, aún cuando sea una organización religiosa?
Por supuesto.
¿O, sea, que ese es el gran problema de las religiones, que ostentan
ser poseedores y acaparadores de “Dios”?
Definitivamente.
¿Esa gran verdad, hasta ahora descubierta, es lo que ha generado,
lamentablemente, las famosas guerras entre las religiones?
Es triste; pero, es así.
¿Qué se puede hacer para evitar esos extremismos en una falsa
concepción religiosa de la experiencia de
Dios?
Hacer lo que estamos
haciendo: abrir caminos y aclarar muchas ideas que son necesarias. Sobre todo,
estar en apertura existencial. Además, de hacer teología. Es una obligación y un imperativo propio del creyente,
independientemente, de la denominación religiosa a la que pertenezca.
Es posible. Es una tarea.
¿Pero, qué se necesita para lograrlo, a pesar de todas las posibles
dificultades que se puedan presentar o que se han presentado a través de la
historia?
Es necesario,
definitivamente, estar en auténtica actitud de oración, ya sea de manera individual y personal, ya sea, de manera colectiva.
Actitud que requiere de una gran dosis de humildad y sinceridad.
Por supuesto.
No se ve por qué tenga que
serlo.
Definitivamente; no.
No lo es. Las religiones son
invenciones humanas; y, por lo tanto, son objeto de estudio.
¿Desde qué puntos de vista se puede hacer un estudio de las religiones
y de la religión, en sentido general?
Desde todos los posibles.
El estudio científico de la
religión puede orientarse en diversas direcciones.
Se puede hacer:
filosofía de las religiones
filosofía de la religión
historia de la religión
historia de las religiones
religiones comparadas
psicología de la religión
teología de la religión
¿Y, en el caso nuestro, qué estamos haciendo, en cuál de estos posibles
estudios de la religión nos ubicamos?
En parte, estamos haciendo
filosofía de la religión.
También estamos haciendo,
sobre todo más adelante de este mismo intento, psicología de la religión.
¿Nada más?
También, teología de las religiones.
Porque el campo propio de la
filosofía de la religión es el estudio del ser y la existencia de Dios y la
capacidad por parte del hombre para conocerlo naturalmente.
Sin duda.
No. No estamos comparando ni
indagando las particularidades y características comunes de la forma de la
religión en los diversos pueblos y culturas.
No se hará.
No se niega su utilidad;
pero, sería muy fatigoso. Además, sería correr el riesgo de presentar cosas que
no comprendemos, sino, desde nuestras perspectivas. Y, sería una falta de
respeto, para ser honestos.
Precisamente.
Menos.
Por las mismas razones
anteriores. Aunque, no se niega que sería muy interesante.
Un poquito. Lo elemental,
nada más.
La psicología de la religión
se interesa en el estudio de las funciones psíquicas que intervienen en la vida
psíquica religiosa, como el sentimiento, el deseo, la voluntad, el pensamiento
y la representación mental o imagen, como también las vivencias religiosas y la
actitud ante lo sagrado. Y, de eso trataremos, pero de manera muy superficial,
como fenómeno humano universal. Apenas se hará referencia general. Por eso, un
poquito.
Filosofía y teología de la religión. Pero, de manera
muy elemental. Porque los temas son realmente muy profundos, y, realmente, muy
delicados.
Eso lo veremos al final de
todo y en el transcurso (véase pregunta y respuesta 386.).
Rezar es propio de las
metodologías de cada religión. Y cada una tiene sus propias modalidades. Rezar,
no sería, precisamente, la verdadera postura, aunque no se niega, que pueda que
ayude. Pero, más que rezar, la tarea es hacer oración.
De hecho, se puede rezar,
mas no orar. Se puede hacer muchos rezos, pero, ello, no significa que se esté
haciendo oración.
Sería ceñirse a un
formulario según el grupo religioso al que
se pertenece. Sería cumplir un ritual religioso. Pero, eso no es orar.
¿O, sea, que no hay que hacer ningún tipo de rezo según las fórmulas ya
creadas según los parámetros religiosos existentes?
Los rezos, sin duda, que son
la experiencia acumulada en su recorrido como experiencia comunitaria de una
sociedad determinada que facilitan. Pero, no se trata de ceñirse cerradamente a
esas únicas experiencias. Y, aquí, es donde están los graves problemas de
incompatibilidad de todas las religiones entre sí. Ya que cada una se cierra a
su propia experiencia y se cierra a una ajena a la propia.
¿O, sea, que cada religión crea un “Dios” propio con características
propias y cada una cree que el verdadero “Dios” es el suyo propio, al que invoca
y al que se dirige en su experiencia de comunicación y diálogo?
Lamentablemente, pareciera
que hubiera tantos “dioses” como maneras y ritos y ceremonias existe. Ese es
uno de los grandes problemas de las religiones.
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